¿Sabías que tu casa influye en tu cerebro y emociones?
Para tener la cabeza ‘bien amueblada’, no solo basta con cuidarnos física y mentalmente, sino también tener bien dispuesto nuestro espacio habitable.
Decorar es algo más que crear ambientes bonitos. Al elegir las formas, colores y sonidos que te rodean, influye sobre el cerebro de las personas que habitan la casa. Puedes hacer que se sientan más seguras, protegidas y relajadas. O puedes estimular sus mentes para que alcancen todo su potencial creativo e intelectual. La Academia de Neurociencias para la Arquitectura (ANFA) en San Diego (Estados Unidos), ha avanzado mucho en el estudio de cómo el ambiente es capaz de modelar el cerebro.
Por ejemplo, rodearnos de objetos e imágenes que tienen un significado emocional aumenta la sensación de bienestar. Esto sucede porque el entorno influye sobre el tipo de pensamientos y sobre la producción de hormonas y neurotransmisores.
Las investigaciones han mostrado que un ambiente rico en estímulos favorece la generación de nuevas conexiones neuronales. Si decoras con cuadros, fotos o frases, introduces elementos que mantienen ágil y joven tu cerebro, por esto, trata de cambiar algún mueble de sitio o pon nuevos complementos (cojines, sábanas…) cierto tiempo.Un hallazgo de la neuroarquitectura es que las dimensiones de las estancias condicionan la respuesta del cerebro, por ejemplo, un techo alto que aporta sensación de amplitud pone a «volar» la imaginación y favorece la creatividad. Por el contrario, un techo más bajo aporta una sensación de mayor protección, favorece los trabajos de interiorización y da paz.
Introducir en casa elementos naturales como plantas y flores aporta bienestar. Está demostrado que disminuye el estrés, favorece la concentración, la productividad y el aprendizaje. Incluso minimiza el tiempo de convalecencia en caso de enfermedad. La cercanía de la vegetación es el mejor secreto para mantener la salud y el equilibrio.
¿Alguna vez has escuchado que al organizar la casa, también estás organizando tu interior? Como es afuera, es adentro. Cuando se amontonan las cosas, se crean obstáculos para la mente. Sientes confusión. En cambio, si mantienes el espacio ordenado y limpio, es como si aclararas tus ideas. Un entorno armonioso y agradable promueve la secreción de hormonas relajantes y del bienestar, como la serotonina o la oxitocina. Ordena tu casa y te sentirás más calmado y sereno.